Esta mañana, alrededor de 130 vecinas y vecinos de Villaescusa y municipios cercanos, en coordinación con el Colectivo Vecinal contra el polígono eólico Benavieja y con el apoyo de los Colectivos Vecinales para la Defensa del Territorio de Cantabria y del Ayuntamiento de Villaescusa, se manifestaron frente al consultorio de Villanueva de Villaescusa para expresar un “no rotundo al polígono eólico Benavieja”.
Este proyecto, impulsado por Araste SPV 2021 S.L.U., filial de Repsol Renovables, fue publicado en el BOE el 14 de julio y está en período de información pública que finaliza en pocos días. Afecta a cinco municipios: Liérganes, Penagos, Santa María de Cayón, Villaescusa y El Astillero, y contempla la instalación de 14 aerogeneradores de hasta 200 metros de altura, junto a una línea de alta tensión de 220 kV que atravesaría la comarca, configurando un nodo energético regional con impacto ambiental y social significativo.
Desde el Colectivo Vecinal aseguran que: “Tratan de engañarnos asegurando que estos gigantes proporcionarán ingresos adicionales a las juntas vecinales y a los ayuntamientos. Sin embargo, la realidad es que el terrible impacto sobre el territorio conlleva efectos graves sobre las actividades económicas de la comarca, como la silvicultura, la agropecuaria, la cinegética, etcétera. El tejido socioeconómico está sustentado por actividades tradicionales ligadas al uso de la tierra y del paisaje”. También advierten sobre el daño patrimonial, cultural y económico que el proyecto podría causar, especialmente en el sector turístico. Aseguran que en la zona “confluyen las actividades del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, el mirador de Peña Cabarga, Liérganes, Esles, etcétera. La construcción del PE dañaría de forma grave el atractivo turístico de la comarca, actividades de las que muchas vecinas y vecinos hoy por hoy dependen para su supervivencia.”
Testimonios de los vecinos y vecinas
Miguel Ángel Marañón, vecino residente desde hace 25 años, antiguo trabajador de Peña Cabarga y exminero, declara que la apertura de fisuras en el suelo, hoy en día “ya bastante seco”, generaría el “caos en el valle” y causaría “desvío de las aguas”. Recuerda que los manantiales de la parte norte de Peña Cabarga podrían quedar afectados, impactando los recursos hídricos, un daño “para toda Cantabria”. Y añade que “están quitando el terreno, y destruyéndolo, al pueblo para enriquecerse una empresa o dos y el Gobierno.”
Entre las personas asistentes, Alba Bravo recogía firmas y alegaciones populares “a contrarreloj”. Una afectada por el tendido eléctrico, cuyo tendido pasa por detrás de las fincas donde se ubica la casa de sus padres, calificó como “una salvajada el destrozo de montes y la proximidad de la construcción eléctrica y de los aerogeneradores a los hogares.”
Fernando Obregón, vecino de un pueblo afectado por las líneas de alta tensión, declaró que participa en la marcha para “denunciar la catástrofe ambiental que se nos viene encima.” Añadió que “en la comarca de los Valles Pasiegos han hecho una apuesta por el turismo natural sostenible, y ahora, claro, ¿quién va a venir a pasar las vacaciones debajo del parque eólico?” “Tenemos un paisaje, un recurso extraordinario que se va a destrozar para beneficio de unas cuantas compañías eléctricas,” concluyó.
Lectura del manifiesto e intervenciones
Entre la venta de camisetas con el logo del Colectivo Vecinal contra el PE Benavieja, bajo el lema “Vecinos, son gigantes. No molinos”, las vecinas y vecinos se fueron turnando para tomar el micrófono y leer el manifiesto elaborado por el Colectivo.
La portavoz y vecina Nelly Barea Fernández abrió la intervención insistiendo en que “los polígonos no están hechos ni se han iniciado las obras” y advirtió: “vamos a ver si lo paramos del todo, no queremos ni plan alternativo ni soterramiento ni nada, no queremos polígono eólico.” A continuación, Paz Fuentes Polo, junto con Mar y Carmen Rodríguez Toribio, procedió a la lectura del manifiesto. Nieves Diego recalcó que “estos proyectos acentúan la desigualdad al convertir el espacio rural en una zona de sacrificio al servicio del desarrollo urbano, profundizando aún más la brecha social entre ambos mundos.” La lectura del manifiesto finalizó recalcando con firmeza: “Esta tierra tiene voz, tiene memoria y tiene dignidad. Porque son gigantes, no molinos, y queremos tierras vecinales, no polígonos industriales… No a la especulación de nuestros montes. No al sacrificio de nuestro territorio. No a los polígonos eólicos. No a Benavieja.”
En el acto intervino también Carlos Rosell Llovera, concejal del PRC en el Ayuntamiento de Villaescusa y presidente de la Junta Vecinal de La Concha, además de vecino afectado por el polígono. Declaró que “seguirán los procedimientos para que esto pare” y calificó de “aberración” que la línea pase tan cerca de las viviendas. Añadió que han elaborado alegaciones en colaboración con las cuatro juntas vecinales del municipio.
A continuación, intervino Eduardo Echevarría, exalcalde y vecino afectado, quien afirmó que las alegaciones elaboradas por Villaescusa “perjudican sustancialmente al municipio” por no mostrar un rechazo contundente al polígono eólico y “carecer de base jurídica”. Subrayó la importancia de las normas subsidiarias e hizo un llamamiento a la ciudadanía para que se informe sobre las mismas. Además, recordó que “quedan diez días para presentar alegaciones que beneficien al ayuntamiento”.
Hasta ahora, todos los ayuntamientos de los municipios afectados se han posicionado en contra y aseguran que presentarán alegaciones, a excepción de El Astillero.
El Colectivo Vecinal contra el PE Benavieja, por medio de su portavoz Paz Alejo Rubio, ha afirmado que “somos vecinas y vecinos en lucha contra el polígono, de forma independiente y sin alinearnos con ningún partido político.” Asimismo, un grupo de profesionales que forman parte del propio Colectivo presentará, a través de los Colectivos Vecinales para la Defensa del Territorio de Cantabria, sus alegaciones técnicas.
Tras la intervención, otra vecina de Villaescusa, Patricia Pérez Badilla, concluyó pidiendo la colaboración de la sociedad, el “apoyo al Colectivo y a la comisión de trabajo”, y exigió el “no rotundo” de todos los ayuntamientos afectados por el PE Benavieja.